El 21 de Julio del 2011, Enric coge el timón, asegurando el relevo de la herencia familiar. A partir de entonces, pasa a denominarse “Pastisseria Faixat” y va introduciendo novedades tanto en recetas como en la infraestructura, decide renovar el local, donde el obrador queda “a la vista”, para que los clientes puedan maravillarse con la elaboración de los productos artesanos.
El año 2014, una joven barcelonina, Gisela de Luz, geóloga de formación pero con 12 años de experiencia en el sector de la Pastelería y Restauración, entra a trabajar como dependienta y encargada en la Pastisseria Faixat. Después de un año, Enric y Gisela se enamoran, y ella se implica en la gestión de la tienda, temas administrativos y organizativos. Es a partir de entonces que impulsan también los servicios de cátering personalizados.
Desde 2015, la joven pareja lleva las riendas de la pastelería, con muchas ganas, ilusión, curiosidad, amor por el chocolate y afán de superación. Ambos comparten la pasión por la gastronomía, que los ha llevado a viajar para descubrir nuevos sabores. Han pasado de hacer exclusivamente pastelería tradicional para, poco a poco, ir introduciendo una vertiente más innovadora.